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Ebro

Camino natural del Ebro

Descripción del itinerario

El recorrido de 930 kilómetros convierte al Ebro en el segundo de los ríos más largos de la península Ibérica, tras el Tajo. Sin embargo, atravesar un vasto valle interior y bien definido por las sierras lo convierte en una columna vertebral de 85.000 kilómetros cuadrados, formando la cuenca más confusa, extensa y caudalosa de la península Ibérica.

Estando ante un mapa físico, se destaca el triángulo que forma la depresión del Ebro, en el nordeste peninsular. Es el único gran río de la vertiente mediterránea, ya que las aguas del resto de las arterias peninsulares de las mismas dimensiones -Tajo, Duero, Guadiana y Guadalquivir- fluyen en el océano.

Pirineos en el norte, de oeste a este, sistemas ibéricos, en la ribera derecha, de noroeste a sureste, cordillera cantábrica, ángulo noroeste y cordillera litoral catalana, en el este y paralela al mar, delimitan este triángulo. Son montañas estudiosas, que separan las vertientes de las aguas por encima de los 2.000 metros.

La importancia antropológica del río desde hace años es similar a la importancia paisajística y medioambiental del Ebro. Este camino natural combina los dos mundos, tanto natural como cultural, el río y sus biotopos y la experiencia humana, que abrió y utilizó el camino.

Este largo recorrido, con ramificaciones laterales incluidas, consta de un total de 1.280 kilómetros. De ellos, 118,5 kilómetros recorren tierras alavesas, que pueden recorrerse en ocho días completos o en tramos. La mayoría están en la frontera con Álava, cerca de Burgos y La Rioja.

DATOS

La GR99 etapa a etapa puedes encontrarla en el siguiente enlace:

 

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